Alimentación durante la pretemporada
La pre-temporada suele durar de 4 a 16 semanas en función del nivel de competencia. Se pueden llegar a realizar entrenamientos 2 veces al día.
Un futbolista debe mantenerse en niveles bajos de grasa corporal que oscilen entre el 8,6 y el 11,2% del peso corporal. Hay que prestarle atención a estos valores ya que es frecuente que durante períodos de
descanso, y también cuando hay lesiones, ésta aumente.
Durante la pretemporada la dieta del futbolista debe ir enfocada a mejorar la composición corporal del jugador. En la mayoría de casos suele comportar bajar un poco de peso.
Alimentación durante la competición
Las características de la dieta y el soporte nutricional durante la competencia:
Es necesario una buena organización para llevar en práctica la planificación dietética.
La estrategia alimentaria óptima para aumentar la masa muscular y la fuerza implica un equilibrio energético positivo, una adecuada ingesta de hidratos de carbono para proporcionar la energía necesaria para el entrenamiento y la recuperación, y una ingesta de proteínas estratégicamente programada en relación a las sesiones de entrenamiento.
Para realizar una ingesta elevada de energía y nutrientes se aconseja hacer pequeñas y frecuentes comidas repartidas a lo largo del día.
La comida antes del partido es muy importante pero no puede compensar una mala alimentación llevada durante el resto de la semana.
Durante el partido se produce una gran pérdida de líquidos y el consumo del glucógeno muscular. Para contrarrestarlo es necesaria la reposición de hidratos de carbono y líquidos durante la actividad.
Las interrupciones del juego (media parte, cambios de jugadores, lesiones, faltas, etc.) deben aprovecharse para ingerir líquidos e hidratos de carbono.